sábado, 26 de enero de 2013

CARL BARKS: SU MARCA EN LA CIENCIA




Durante el último encuentro Kingdom, estuve conversando amenamente con José Carlos Fernández, persona de gran ingenio y simpatía, sobre varios asuntos relacionados con las historietas. Eso me dio ánimos a investigar a fondo, algunas de las peculiaridades que existen en varios géneros de la historieta estadounidense.
Lo que confirme es que la vida real a veces es más rara que la fantasía.

Hoy les comentare sobre el notable escritor / dibujante Carl Barks, este genio creativo creó muchos personajes y relatos populares para la corporación Disney, al aparecer en las historietas publicadas en Western Publishing bajo el sello de Dell Comics, editorial que tenia el permiso del tío Walt.

Todo el mundo esta de acuerdo que el personaje más comercial y con quien más se le asocia de inmediato a Barks es con su “Uncle Scrooge.”


Existen  países que tienen la tendencia de cambiar los nombres en las historietas que publican para ser más aceptables en su sociedad (con permiso de los dueños originales.)

En nuestro Perú, de todos los nombres en español que nos lanzaron para ser aceptado el avariento palmípedo, “Rico McPato” es el que ha sobrevivido en nuestra memoria.


Otra gran invención de Barks es “Gyro Gearloose” (Giro Palanca Suelta) recordado como “Giro Pera loca” (¿en quien estarían pensando los traductores?) y por otros como “Giro Sintornillos.”
Gyro fue bastante popular, a pesar que por muchos años nunca participo en las aventuras del tío tacaño. Pero eso no impidió que con el paso del tiempo, el popular pollo-genio, que nunca pensó en como arreglarse ese cabello, obtuvo su propia colección.

Pero no nos adelantemos, retrocedamos a UNCLE SCROOGE #13 de 1,956 en donde comenzaron los cuentos cortos de Gyro, ¿Cuál es el curioso detalle en todo esto?
Dell Comics no permitió que Gyro interactuara o participara en las aventuras principales o que eran las anunciadas en la portada del divertido tío tacaño. 
La explicación es que la empresa Western Publishing logro obtener un permiso de correo de segunda clase para su historieta (como todas las historietas de diferentes géneros en los Estados Unidos de aquellos años) y una de la reglas para obtener privilegios es tener al menos dos historias publicadas en un impreso, cada una figurando diferentes personajes.

Barks puso su concentración en Gyro Gearloose, el inventor, para proporcionar la obligatoria segunda historia.


Para los que hasta el día de hoy, dudan que el tipo es un pollo, cito al mismo Barks de una entrevista de 1,975: “yo solamente pensé en usarlo una vez en una gran aventura, así que yo lo hice como un gran pollo de apariencia desgarbada” (publicada en el libro “Carl Barks and the Disney Comic Book: Unmasking the Myth of Modernity” (University Press of Mississippi)
Barks fue un sujeto experto en idear hechos científicos que sonaban realistas y eso sucedió con un descubrimiento interesante en química.


Todo eso dio comienzo cuando apareció su cuento titulado “el científico loco” en WALT DISNEY’S COMICS AND STORIES # 44 en 1,944 al hacer que el pato Donald descubriera metileno.
En 1,963, la corporación Disney supo cuan grande y fiel eran los lectores de Barks. A los estudios llegó una carta del Instituto de Tecnología de California que les señalaba una curiosa referencia en un artículo técnico que seria publicado (Carbene Chemistry, editado por Wolfgang Kirmse, New York: Academic Press, 1964):
“A pesar del interés reciente y excesivo en química con metileno, más estudios son requeridos. Entre los experimentos que no han sido llevados a cabo, para nuestro conocimiento, existe uno de naturaleza intrigante que fue sugerido en la literatura no menos de 19 años atrás (91).”


El pie de pagina 91, lleva a los lectores directamente al numero 44 de la colección en donde muestra la referencia de Donald al CH2 en el primer panel de la segunda página, muy adelantada a su tiempo- la existencia de este químico evasivo inmediato no había sido probado en 1,944.
“la inclusión del pie de pagina en un articulo netamente escolar, surge del descubrimiento que los miembros comparten una estima mutua de larga duración e independiente por las aventuras del Pato Donald.”


Luego se indicaba en la misiva que todos conservaban sus copias de algunas de las aventuras clásicas y fue así como uno de ellos redescubrió la mención temprana del metileno.

Otros miembros de la comunidad científica aprovecharon la referencia.
Un año después, la gente de Disney recibió una carta de un científico de Harvard: “recientes desarrollos en la química han enfocado mucha atención hacia esta clase de cosas, sin entrar en tecnicismos déjenme decirles que carbonos pueden ser hechos pero no ser aislados; o sea que ellos no pueden ser metidos dentro de un frasco y ser colocados sobre un estante. Sin embargo, ellos pueden ser hechos para reaccionar con otras substancias. Donald estaba usando carbono en tales maneras, muchos años antes que ‘químicos verdaderos’ pensaran hacerlo así.”

La historia también sirvió para ilustrar un articulo (“Carbene Chemistry,” Chemical and Engineering News, 16 June 1969) y en un libro de texto (Organic Chemistry, 3rd Edition, Boston: Allyn and Bacon, 1973).

En 1,947, Barks escribió y dibujó una tira cómica del Pato Donald que al juntarla todas, se formaba una historieta de once páginas que se daba como regalo en las cajas de cereales Cheerios. (Nota: a pesar que dice “POR Walt Disney,” no piense que Barks fue “fantasma” del tío Walt, porque este no escribía ni dibujaba nada para las historietas, pero por ser el dueño intelectual, tenia su firma impresa en todo lo que era suyo legalmente. Así funcionan las cosas en gringolandia.)


En el cuento, Donald (en esta ocasión no recibió ningún golpe en su cabeza) intentaba crear su bomba atómica desde el inicio. Recordemos que esto fue hecho antes que el verdadero horror de la guerra nuclear fuese más claro al público. Esta historia inicialmente fue prohibida de ser reimpresa en cualquier editorial por Disney.
¿Cuál fue el motivo de la prohibición?
¿Alguna especie de daño irreparable en la psiquis infantil si se lee en la actualidad?
¿Mucha vergüenza por el argumento tan desfasado?
Antes de seguir adivinando preguntas, les diré el motivo.


El impedimento fue porque el pato Donald actúa “avariciosamente” en la historieta.
En el cuento se ve que la radiación de la bomba atómica del “profesor” Pato causa que todos pierdan el cabello.
Al final, un científico exhorta a Donald para que continuara trabajando en su siguiente bomba:
“¡piense en la recompensa!...¡dinero!¡dinero!...¡vastas riquezas!”
Donald tiene otras ideas:
“¡yo ya tengo una forma que escogí para hacer dinero!-¡y en cantidades!”
La gente de Disney había pensado que esto era demasiado maloso de parte del pato, así que se impidió hacer reimpresiones con estos diálogos y carteles.


Cuando en los años noventas, la editorial Gladstone publicaba gran cantidad de material hecho por Barks en las décadas pasadas, la corporación Disney le impedía reimprimir el cuento como originalmente había sido publicado, haciendo que este suplemento gratis se vendiese entre los coleccionistas más allá de los $1000.

Actualmente, las nuevas versiones corregidas aparecen con Donald diciendo:
“¡No gracias, profesor! ¡Yo tengo pensado en algo más que dinero!”
En el cartel de la parte superior del puesto ya no figura la palabra “Atómico” y ahora se lee: “¡muestras gratis- crecimiento garantizado!”

Si uno rememora como se comportaban los estadounidenses en ese periodo del tiempo, el ingenioso Barks hizo actuar al personaje como todo gringo capitalista y emprendedor de post-segunda guerra mundial.

Ya para esas alturas, era usual ver a Donald creando un desastre (al construir armas horrendas) y luego tomar ventaja de sus victimas (al sacarles su dinero) algo que no fue mal visto por el mismo Walt Disney y su gente.

Con el paso de los años, este estilo argumental seria más común de ver en las historias de Scrooge McDuck por Barks, ya que siempre en las intrigas del tío para hacerse asquerosamente mas rico y rápido, usualmente son Donald o sus tres sobrinos o los cuatro juntos, quienes intentan detener el plan o al menos minimizar las ganancias del avaro personaje.

Y terminando el tópico de los inventos, a un inventor holandés se le negó la patente de uno de sus invenciones debido a un cuento de Barks aparecido en la historieta del Pato Donald.


Kart Kroyer fue un importante inventor en Holanda, quizás su más grande invento es el proceso de glucosa continua, cuyo resultado es Azúcar Total.
Sin embargo, el invento que estamos por analizar es su sistema para reflotar barcos hundidos a través de la inserción de 27 millones de bolas plásticas hechas de espuma expandidle de poliestireno.
Esencialmente son pelotas para jugar ping-pong.

Este método fue utilizado para elevar con éxito al carguero Al Kuwait en 1,964, como vemos en la imagen con el grafico diseñado para el plan de rescate del navío.
En esa época, las revistas que cubrieron ese evento, hicieron paralelos con un cuento de Barks que salio publicado en 1,949, donde Donald y sus sobrinos logran elevar una nave hundida al llenarla con pelotas de ping-pong a través de un tubo.


El proceso de elevar navíos hundidos fue aprobado con una patente en Alemania y el Reino Unido.
Pero en su mismo país, al inventor se le fue negada.
La historia es que la oficina de patentes holandesa tomo nota de la historieta que apareció cuando el inventor tenia 45 años y decidieron no darle la patente.
La razón fue que uno de los requerimientos para ello es que debe ser una idea innovativa y como la idea ya había sido usada 15 años atrás, entonces no es una idea novedosa. Esto no significa que se esta diciendo que Kroyer tomó la idea de la historieta. Él negó haberlo hecho.

No existen documentos oficiales sobre este asunto que se hayan hecho públicos.
Todo lo que se sabe es que al inventor se le negó la patente y nadie sabe el porque.
Todos los documentos de esa época han sido destruidos, el abogado que representaba a Kroyer, ha fallecido años atrás, como también el mismo inventor.
En el 2,006, la oficina de patentes de Holanda lanzó una declaración confirmando la historia. Aquí pueden ahondar más en la controversia.  

Fin de la primera parte, continuaremos con más anécdotas y sabremos el segundo nombre de Donald.
Escrito por Héctor Augusto Sovero Gastañeta.


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