miércoles, 26 de octubre de 2011

Gente de comics: Alfredo Alcalá

Alfredo Alcalá nació el 23 de Agosto de 1925 en Talisay, Occidental Negros, Filipinas. Deseoso de convertirse en un ilustrador abandonó la escuela a temprana edad, inicialmente pintaba letreros, luego pasó a diseñar mesas de luz y aparatos jardineros.


Después de trabajar se pasaba las noches estudiando y copiando al “Príncipe Valiente” de Harold Foster y al “Flash Gordon” de Alex Raymond.
Aún así, el artista que más influencia tuvo en él fue Louis K. Fine, dibujante de “Black Condor”, “Uncle Sam” y “ Doll Man”.

En Octubre de 1948 Alcala tuvo su primer trabajo profesional en Bituin Komics. Un mes después trabajaba para Ace Publications con Pilipino Komics y Talagog Klasiks. Después se añadieron dos títulos más, Higawa Komiks y Espesyal Komics todos saliendo en simultaneo con él dibujando, entintando y letreando, pasando a veces días sin dormir por la demanda de trabajo.


Aparte que escribió muchas de las historias como “Ukala” y “Voltar” una serie de vikingos. También dibujó series de guerra sobre legendarias naves Alemanas y Japonesas de la II Guerra.


Conforme progresó, estudió a ilustradores americanos como Howard Pyle, N.C. Wyeth, Dean Cornwell, J.C. Leyendecker y otros. Una de sus influencias mas grandes fue el británico artista de murales Frank Brangwyn.


A principios de los 70‘s los editores de DC comics Carmine Infantino y Joe Orlando, viajaron a las Filipinas para ver a los artistas filipinos de los que tanto se hablaba por aquel entonces, Alcalá fue uno de los primeros en ser contratado y quien mas trabajo tuvo en DC por su versatilidad para cualquier título que tomaba, sea de horror, guerra o espada y brujería.


Su trabajo posterior serìa para Marvel en “La Espada Salvaje de Conan” entintando los lápices de John Buscema y después los suyos propios, son espectaculares y de eterna recordación.


En 1977 recibió el premio Inkpot (mejor entintador) en la convención de San Diego.

A principios de los 80´s revive a su personaje “Voltar” para la Warren publications.


Por una afección en la vista no pudo continuar dibujando y el 4 de Abril del 2000 fallece a los 74 años. Se fué, pero la calidad de su trabajo queda por siempre.



sábado, 22 de octubre de 2011

Relatos de la Legion de Comiqueros

Esta vez les traemos un relato publicado en varios comics DC en los años 80’s, en la sección de cartas llamada Meanwhile. Un fan llamado Mark Delaney, cuyo relato cubre tres décadas 60’s, 70’s y 80´s y dice así:

Debo estar loco. Tengo en mis manos la copia mas perfecta del #18 de Batman (1943 Golden Age) que un coleccionista podría soñar poseer. Pagué por ella 175 dólares (el duro trabajo de cuatro días)..¿Estoy enfermo..? ¡Que alguien me lo diga!


Mi problema comenzó cuando tenía nueve años de edad (en los años 60’s). Mi madre me daba un cuarto de dólar cada semana para mis gastos, y mientras mis hermanos se gastaban el dinero en dulces y refrescos, yo solo compraba dos cosas: Un dulce gigante de 10 centavos y un comic-book de doce centavos. Tratar de escoger el título, el único título que me iba a comprar en toda la semana, era siempre algo traumático.
Batman era mi personaje favorito, así que los comics protagonizados por él eran siempre mi primera elección.

El tiempo pasaba, yo compraba un Detective por aquí, un Justice League por allí…Mi paga aumentó, pero también aumentó el precio de las revistas, así que nunca pude comprarme todos los títulos que me gustaban.
Finalmente, cuando cumplí los 14 años (en los años 70’s), mi querida madre cogió la caja donde guardaba la colección .…y la tiró a la basura.


Aquello me dolió, pero no me destrozó el corazón. Después de todo, me dije a mi mismo, ya estoy muy mayorcito para leer comic-books.
Punto y Aparte.

Edad: 24 años (años 80’s). Estaba en casa enfermo, con fiebre…Mi novia me llamó, ofreciéndose para ser mi enfermera…y yo acepté.


Era una gran chica. Cuando me vio envuelto por las sabanas blancas, se ofreció para ir a la tienda de la esquina para comprarme alguna cosa. “¿Quieres una Seven-Up?” me preguntó. “¿O una naranjada?”
“Cualquier cosa” dije yo, “cualquier cosa”…pero justo cuando se iba a marchar, algún pequeño demonio se pegó a mi lengua y la detuve un momento antes de que cerrara la puerta. “¡Eh!” dije, “una cosa mas. Traeme un comic-book de Batman… Ok?”

Ella se giró y miró extrañada, como si nunca hubiera oído la palabra “comic” en su vida…
“¿Un que?” me dijo…”Un comic” repetí. “un Batman” “¿podrías conseguirme uno?”…
“Bueno, esta bien...” me dijo.


Sucedió, desgraciadamente que mi chica no sabía demasiado de comics: Volvió con un Superman, un Flash y un She-Hulk.



Daba lo mismo, estaba enganchado de nuevo.

Pronto descubrí que existían librerías especializadas en comics, y cometí todo tipo de felonías hasta dar con ellas.
¿Y que fue lo primero que descubrí cuando cuando estuve en ellas?
Ta-daaa ¡¡Números atrasados!! ¡Bendita cuenta bancaria Batman! No solo podía comprar todas las novedades, sino también todos aquellos comics antiguos que mi madre había tirado.
Estaba en el cielo, emborrachado con el olor de la tinta y papel. La vida era Batman, Batman….¡Batman! En un año conseguí todos los números del 145 en adelante.


Y entonces….
La Golden Age. ¡Oh Dios mío! ¡En aquellos lugares tenían comics de la Golden Age! Me gasté solo en ellos 412 dólares en dos meses. Junto con el Batman #18 siguieron los números 7, 8, 9, 11, 14, 23…y un larguísimo etc…Llegaba a casa desde la librería con la sangre hirviendo, con el sentimiento de culpa que un alcohólico sentiría después de haber vendido el coche de la familia y haberse gastado el dinero en bebidas.
Tuve que empezar a controlarme.

Finalmente, fui capaz de contener el aliento y controlar mis gastos. Me forcé a mi mismo a frenarme, a comprar comics atrasados con menor frecuencia.
Aunque a veces un extraño tic viene a mi ojo derecho, y me encuentro a mi mismo firmando cheques por cantidades exorbitantes, soy en el fondo una persona completamente estable.
Lo soy….de verdad.


Mirando a la pared desde mi máquina de escribir veo dos piezas de arte originales. Son unas páginas muy bellas que pertenecen al número 526 de Detective Comics. Están dibujadas por Don Newton y Alfredo Alcalá. Una es la página 44 y la otra la página 46. Y sigo pensando…¿No sería bonito tener tener también la página 45? Así tendría un tríptico. Me pregunto…¿Cuánto querrá el chico de la tienda de comics por ella…?
¡Doctor Ayúdemeee...!


Esto pues es el relato del amigo Mark que también fue publicado en el Batman numero dos de Ediciones Zinco españolas en los 80’s. Y que llegò escasamente a Lima (Historia del Batman Año Uno).
Hay que hacer notar que en USA es costumbre que los dibujantes vendan sus páginas originales y que los encuentres en algunas tiendas de comics.
Hasta el próximo Relatos de la Legión de comiqueros!....nuff’ said.

jueves, 20 de octubre de 2011

Park Comics Capítulo 12

Ya està aquì, el capìtulo bisagra, el crossover que enlaza toda la historia, el tie-in con las aventuras de Fico y Jackson, mas entendible que la mayorìa de capìtulos de estas historias muy pronto a ser colectadas en novela gràfica en anillado simple, cuando salga el Capìtulo trece, estan buscando un portadista nomàs.....




miércoles, 19 de octubre de 2011

Films/ Dvds/ Blue-Ray (7)

BATMAN YEAR ONE.- La adaptación animada de la historia de Frank Miller, aparecida en Batman 404,405,406 y 407 en 1987, está producida en la línea de DC películas de animación para venta directa a DVD y Blue-Ray, por Warner Premiere, Warner Bros. y DC Comics.


Dirigida conjuntamente por el gran director de films animados Sam Liu y la mas que capaz directora Lauren Montgomery.



Cuenta con las voces de Ben McKenzie (O.C., Southland) como Bruce Wayne/Batman,

Bryan Cranston (Malcolm in the middle) como el teniente James Gordon,

Eliza Dushku (Buffy, Tru Calling, Dollhouse) como Selina Kyle/ Catwoman,

Jon Polito (veterano actor de films como Rocketeer, el gran Lebowski, American Gangster, etc) como el comisionado de policía Loeb,

Katee Sackhoff (Battlestar Galactica) como la detective Sarah Essen,

Alex Rocco como el jefe mafioso Carmine Falcone, Jeff Bennet como Alfred, Grey DeLisio como Barbara Gordon, Fred Tatasciore como el detective Flass, Liliana Mumy como Holly, y Ray Atkin como Harvey Dent.

La historia escrita por Tab Murphy esta pues basada en el trabajo de Millar, y trata de ser lo mas fiel posible a la historia, con las limitaciones que significan pasar de un género a otro.


El diseño de los personajes hechos por Jon Suzuki y Jumpel Takayama, tratan de ser fieles al estilo de dibujo hecho para la historia de 1987 por David Mazzucchelli. La paleta de colores para la historia también trata de ser lo mas parecido posible al comic.

Vale recordar que estos números colectados en novela gráfica también han pasado por un proceso de recoloreado, así que es una amalgama de ambas presentaciones.


Tenemos que decir que la adaptación trata de ser lo mas fiel posible al comic, incluso sorprende lo parecido que trata de serlo. Esto demuestra que la historia es lo suficiente madura como para que hayan tenido el cuidado de tratar la historia y la presentación lo mas parecida posible.
 

Tambien debemos decir que al ser una adaptación, el comic corre con ventaja en dos cosas, la pausa y la fuerza en momentos claves de la historia. Esto nos parece normal, y al menos en nuestro caso, siendo fan de comics y en particular gustando tanto del Batman Year One, siempre nos decantaremos por el producto original.

Pensamos que tal vez el relato de la historia de James Gordon y Bruce Wayne, ambos en primera persona pudo recibir un mejor trato. Por esto tal vez preferimos disfrutar la película en su versión original en Inglés original, buscando el dramatismo que no encontramos en su versión doblada en español.

Las escenas de acción en esta versión animada sí deberían correr con ventaja, como en algunas escenas si lo hacen, pero al tratar de semejarse al dibujo de Mazzucchelli no son todos lo explosivas que pueden llegar a ser, como en otras versiones animadas que hemos visto (Batman Under the Red Hood por ejemplo). En todo caso la historia digamos que no amerita una acción más excesiva de lo que el guión trata de darle, para que la historia tenga mas peso. Que esto en el comic resulta de maravilla. En la animación no tanto.

Igual consideramos esta adaptación un producto más que interesante de ver, para los que gustan de buenas historias y pasar un buen rato con sus personajes DC favoritos.


Ademas disfrutaremos de un relato corto de DC Showcase: Catwoman, con las voces de Eliza Dushku, Liliana Mumy y John DiMaggio como el villano Rouge Cut.

Una historia muy adulta, provocadora como son las historias de Catwoman y en este caso plena de escenas de acción en un tono mas rápido y explosivo, semejante a otras producciones de DC Premiere, y otros relatos cortos que tratan de poner en corto tiempo de la producción todo el movimiento posible.

viernes, 14 de octubre de 2011

Relatos de un Coleccionista Comiquero

VALHALA DE PAPEL.- por Carlos Lavin.

Volvamos en un viaje temporal al año de 1972, en un mundo donde la internet no existía, las computadoras portátiles eran cosa de ciencia ficción, la TV era en blanco y negro (acá) y solo había tres canales (ya era bastante que una familia tuviera un solo televisor), las combis no habían aparecido en Lima (ni en el Perú), los pirañitas no se formaban aún, y el General de división Juan Velasco Alvarado estaba en el poder, era el Presidente del Perú por facto.


Bueno ya estas situado en esa época, yo contaba con 6 años y encontré en mi casa una colección de chistes (en ese tiempo llamábamos así a los comics) de mi primo, y quede fascinado de por vida, le pregunté a mi mamá si podía conseguir más y me llevó a los kioskos (puesto de periódicos), debo explicarles algo, si ibas a cualquier kiosko, no faltaban chistes, 10, 20, 30, de ellos, los kioskos mas respetables los colgaban en la parte de afuera en cordeles con ganchitos y el kiosquero te sacaba el que quisieras.


El surtido de revistas se renovaba cada semana, la distribuidora Navarrete traía chistes en cantidades industriales. Recuerdo que mi propina de los sábados era de 5 soles, con mi propina iba a los kioskos o a una pequeña distribuidora frente a Mirones, podía comprarme 8 a 10 chistes, un chocolate sublime y una coca-cola chica, en ese tiempo la plata valía. Los recreos en mi colegio eran un pequeño mercado de chistes, en los cuales veías una fila de 30 o 40 chiquillos leyendo, cambiando o comprando sus chistes favoritos. Los mercados de Mirones, Palomino, Callao, Breña, El Rimac, el Mercado central, eran otra fuente inagotable, no existía uno que no contara por lo menos con un kiosko que alquilara y vendiera sus chistes, ahí se podía alquilar o comprar los que no habías leído.


Coleccionar comics o chistes en ese tiempo era un pasatiempo divertido, sano y barato, no había juegos de video o play station y los niños (y no tan niños) nos entreteníamos con eso. La gente leía no solo chistes, también leía libros.



He seguido coleccionando chistes toda mi vida, retomando la afición nuevamente, pero la mejor colección de todas data de esa época: Comics de la Legión por Curt Swan, Thor y Vengadores de Kirby y Buscema, Spider-man de Ditko y Romita padre, Jasón Blood (Etrigan), Kamandi, Maxisol el hombre milagro (Mister Miracle), Los Nuevos Dioses, Batman y X-Men de Neal Adams, Superman de Swan y Anderson, Hombre Halcón de Murphy Anderson y Linterna Verde de Gil Kane. Ojo que solo estoy nombrando las colecciones que mas me gustaban y solo esos pasaban facil de los 500... Si me gustaba mucho un dibujo o una carátula simplemente compraba otra y la recortaba y pegaba en un cuaderno de dibujo. Entiéndase (para mi dispensa) que coleccionar chistes en aquel entonces no era como el coleccionar comics ahora, eran tan baratos que no se tomaban muy en serio. Era la época perfecta para un coleccionista de comics, pero lo bueno no dura para siempre....


El General Velasco Alvarado era otro golpista de los muchos en nuestra historia, era socialista y como todo buen socialista de la época, su hobbie no eran los chistes, sino atacar al imperialismo Yanqui. En 1975 el Gral. Velasco fue mas allá y so pretexto de incentivar la producción nacional prohibió la importación de todos los productos norteamericanos, hasta la coca-cola tuvo problemas, todos los productos made in USA eran mal vistos y los chistes ya no eran bien vistos por el gobierno (al ser propaganda yanqui).
Pero ¿como erradicar un pasatiempo tan arraigado entre la población? Muy fácil, atacando a los principales consumidores, los niños.


Por iniciativa del Ministerio de Educación, dentro de los textos de Lenguaje de los colegios de primaria, se añadió un capítulo titulado “Los chistes: sub-literatura que daña la mente de la niñez”, aquellos que tengan mas de 30 o 40 años deben recordarlo, con el pretexto de que Superman era el reemplazo yanqui de un Dios, o que el Tio Rico McPato era un epítome del imperialismo económico norteamericano (y Donald y sus sobrinos sus lacayos tercermundistas), entonces se decidió el cese inmediato de esa basura para la niñez peruana, los profesores del colegio prohibieron los chistes porque hacían daño, si te encontraban alguno te lo rompían. Aparte del dichoso capítulo del libro se filtró otra noción, “los chistes son solo para bebitos” así que para que tus amigos no te agarraran de punto, comprabas chistes discretamente y los leías en tu casa, mi hermano y otros amigos dejaron de comprarlos, la gran mayorìa de niños lo hizo.



Además debido a la prohibición de la importación los chistes comenzaron a llegar de contrabando y sus precios se elevaron (a diferencia del contrabando de productos que matan la industria) no se porqué, pero los precios en México también, las editoriales Novaro y Prensa duplicaron y triplicaron sus precios al llegar a los kioskos peruanos.
El daño ya estaba hecho, en mi opinión personal creo que se hizo un daño irreparable, no por el hecho de cortar la importación de chistes, sino por erradicar el hábito popular de la lectura, la gente que leía chistes en su niñez pasaba paulatinamente en su adolescencia y adultez a leer libros.
Un hábito llevado con alegría y naturalidad se convirtió para la niñez en un acto impositivo y proscrito. Averigüen ahora el nivel de lectura entre los niños y adolescentes en el Perú, las cifras son para llorar.


Sucedió a Velasco otro General llamado Morales Bermúdez (quien le diera el golpe a él desde Tacna un par de años despúes) pero la cosa siguió igual. Como buen rebelde anti-sistema, yo seguía comprando chistes, no con la frecuencia de antes (excepto cuando me hice mi colección de Conan en una tarde caminando del mercado central hasta mi casa, 3 km. pero valió la pena).


Mi colección siguió creciendo hasta 1980 (a puertas de regresar a la democracia), luego de regresar con mi familia de unas vacaciones de verano en Pucusana no encontré el velador donde guardaba el grueso de mi colección. Mi abuelita lo vendió, lo regaló, lo quemó, no sé, nunca me dijo su destino.
No crean que por eso quise menos a mi abuelita...aunque el enojo me duró meses...
Ahora el daño estaba hecho, fuera de mi casa y dentro de ella. El tesoro mas querido de mi niñez...se perdió como el Unicornio azul de Silvio Rodríguez...aunque suene dramático de ese golpe nunca me he recuperado.
Volver a juntar la colección era impensable, no había tiempo, ofertas ni dinero, aparte de que los chistes habían cuadriplicado o quintuplicado su precio, ya no se encontraban así nomás, más por impotencia que por rabia decidí abandonar el pasatiempo. Bueno, al menos eso creí en ese momento...


CARLOS LAVIN, dibujante, publicó en Expreso la tira “El pequeño Einstein”, miembro fundador del grupo de dibujantes Fusión, publicó por cuenta propia la historieta de los M3W, actualmente es uno de los más prolíficos y trabaja para distintas publicaciones independientes del medio, paginas web, etc..y entintó los primeros capítulos de Park Comics. Ah, no es el “loco tijera” de los 80‘s por siacaso...

miércoles, 12 de octubre de 2011

Gente de Comics: Jim Aparo


Jim Aparo nació en 1932, luego de un semestre en la Hartford Art School para aprender anatomía, se formo de manera autodidacta como dibujante.
Después de publicar unas tiras de periódico (inclusive algunas de The Phantom), pasó a trabajar para Charlton Comics en 1966 de la mano de Dick Giordano, dibujó personajes como Nigthshade y luego The Phantom y destacó por ser uno de los pocos dibujantes americanos de su tiempo que hacía tareas de autor completo (lápiz, tinta, rotulación).
A finales de los 60 recaló junto con Giordano en National Publications/DC Comics y empezó a captar la atención de aficionados y artistas del momento. En DC empezó con Aquaman, dotando al personaje de gracia y gallardía a la vez.


Después pasó a encargarse de diversos títulos de terror y de la colección sobre Phantom Stranger que se publicaba en ese momento con guiones de Len Wein, en la que es una de las mejores interpretaciones del personaje, tanto a nivel gráfico como argumental. Un verdadero clásico. Tambien su trabajo con el Spectre en Adventure Comics es de lo mejor de esa època.



Ese trabajo con Phantom Stranger le llevó a ocuparse de un número de la serie Brave & The Bold (el #98 en 1971) donde el Señor de la Noche compartía aventura con el singular Espíritu Errante de la DC.


Su trabajo fue tan bueno que le valió el acabar siendo el dibujante regular de la colección desde el # 102 hasta el fin de la serie por el # 200, aportándole lapiz y tintas con su perspectiva particular al personaje de Batman y granjeándose un merecido reconocimiento.


Con el tiempo la serie fue reconvertida en Batman & The Outsiders, de la c ual él fue co-creador, con unos dibujos de calidad aún destacable. Dos de los más declarados admiradores de su trabajo son Alan Davis y John Byrne. Inclusive cuando hacía Brave & The Bold, el gran Neal Adams esperaba en la oficina de Giordano para ver los trabajos de Jim.


Su última etapa como dibujante al frente de proyectos de entidad tendría lugar en las series de Batman y Detective Comics entre los 80 y los 90, pero ni su dibujo era ya lo que había sido ni su principal entintador, Mike DeCarlo, tenía un estilo adecuado para el rotundo trazo de Jim Aparo.


De esa etapa destaca la historia de Death in the Family, la cual en una votación por voto telefónico de los lectores acabó con el personaje de Jasón Todd, Robin II.


Acabaría su carrera como dibujante en la serie de Green Arrow y en pequeñas colaboraciones, pero el legado que nos deja es extenso y brillante.


Aparo contribuyó siempre con instituciones de caridad. El 19 de Julio del 2005 fallece a la edad de 72 años. Descanse en Paz Maestro...!