sábado, 21 de julio de 2012

El Fin del Candor en los comics (2da parte)


EL CANDOR DE LOS COMICS CONCLUYÓ CUANDO EL HOMBRE ARAÑA LE QUEBRÓ EL CUELLO A GWEN STACY.


Antes de proseguir con la disertación que di inicio en el artículo anterior, un saludo a todos los que leen este blog y que hayan pasado bien el día del amigo, en mi caso, estuve presente en la grata reunión desarrollada en los dominios de la tienda de Park Comics.
Bueno, la función debe continuar.


Los principios de los años setentas ahora están siendo designados como el punto de inicio para la era de bronce de las historietas, una de muchas eras arbitrariamente asignadas por coleccionistas influyentes estadounidenses (como los que publican guías de precios Overstreet o algo parecido) en un intento de clasificar o catalogar el mundo de la historieta.


Como sea, existe un debate sin finalizar en la comunidad de la historieta sobre los exactos nombres de las eras, particularmente de la "era de bronce" para dar lugar a la "era moderna."
Ciertamente que existen puntos críticos e históricos que sirven como acontecimientos, como postes con carteles para guiar con los cuales nosotros podemos determinar cuando un periodo de la historia de la historieta termina y otra empieza.

Quizás lo más traumático de todo es el evento que muchos nombran como el momento más memorable y emotivo en el recuerdo colectivo de los fanáticos, y uno que también cierra la puerta a la era de plata con sus cuentos desenfadados y alegres, así como ello anunciaba un tiempo de maduración y un renuente análisis de su propia conciencia. 

Marvel Comics había comenzado a explorar el potencial para entretener con un bocado "para adultos" con la inclusión de monstruos en historietas "para niños" (y reforzando el concepto en revistas que no llevaban sellos de censura) en donde se enfocaban en los rincones macabros de su realidad ficticia.


Vampiros, hombres lobos, momias, monstruos pantanosos y demonios flamígeros vengativos ahora recorrían las calles de las ciudades que eran transitadas por Hulk, Thor y Capitán América...y el una vez prístino universo Marvel comenzaba a conocer la maldad corrupta en una forma que nunca había sido llevada a sus personajes.
Con el renacimiento del horror que empezó con la revista RELATOS SALVAJES #1 de 1,971, aparecerían personajes como Hombre Cosa, Drácula, Hombre Lobo, Motociclista Fantasma y la lista seguiría ampliándose.


Algunos opinan que esta evolución de fantasías para adolescentes a fantasías para jóvenes adultos era una muestra acelerada de falta de control.
Y hablando de aceleración, la era de plata fue anunciada con trompetas al paso veloz de un héroe que haría de la velocidad, su mejor arma contra los chicos malos.
National Periodical Publications / DC Comics publicó en ESCAPARATE (Showcase) #4 de 1,956 la segunda encarnación de Flash (ahora llamado Barry Allen, científico de la policía que fue impactado por un relámpago y empapado al mismo tiempo con químicos experimentales en su laboratorio) un número que generalmente es aceptado como el nacimiento de la era de plata de los comics estadounidenses.


La era de bronce comenzaría con el sonido más pequeño. Seria un "snap" que remecería el mundo de la historieta... el impensable, desagradable ruido de un cuello roto que significaba la muerte de Gwen Stacy.
Gwen, la prometida de Peter Parker en EL SORPRENDENTE HOMBRE ARAÑA, quien como ya lo mencione en uno de mis blogs, ella era originalmente una chica presuntuosa de familia bien acomodada que comenzaría a ser suavizada, con cambios en su vestuario y prestando interés por Parker en el mismo instante que Steve Ditko, el co-creador / dibujante / co-guionista de la colección, fue reemplazado por John Romita que incorporaría su experiencia de años de estar trabajando en el genero de historietas románticas para National Periodical Publications / DC Comics.


Martin Goodman y Stan Lee estaban mucho más cómodos con los aportes de Romita en los guiones y con el embellecimiento del mundo surrealista que Ditko había estado encaminando a su visión del Hombre Araña.
Ahora se enfatizaba una nota de esperanza y amor dentro de la existencia de Araña / Parker que contenía aspectos lúgubres. Gwen fue la "mancha" más brillante en la vida de Peter, un centro espiritual, su centro. Ella se convirtió en la primera "novia" para una parte de la legión de fanáticos de historietas quienes seguían interesados en la relación romántica del otro yo del Hombre Araña, al mismo tiempo que ellos eran maravillados con las hazañas superheroicas.


Ella fue tan real como un miembro de la familia, una empatía que el astuto Lee fue particularmente adepto al promoverlo entre los lectores.
Siete años después de su presentación en el Araña-verso, el joven escritor Gerry Conway utilizaría esa conexión empática en una forma enteramente sobrecogedora.


La muerte de Gwen Stacy fue el fin de la inocencia para la colección y para el genero de superhéroes en general... era un instante cuando un héroe no podía salvar a la damisela en peligro, cuando la fantasía se fundió incómodamente con la realidad y la mortalidad finalmente había entrado en el mundo de las historietas. "nada sería lo mismo" es el cliché respectivo.                     


Surgiendo de una etapa de prosperidad y esperanza hacia otra llena de violencia e incertidumbre, los Estados Unidos estaban madurando. Su televisión les mostró su participación en la violenta guerra de Vietnam y sus ramificaciones en su patria, a todas las familias norteamericanas. Sórdidos detalles de la conspiración "Watergate" y la pronta disolución de la presidencia golpeó sus ilusiones sobre tener líderes y dirigentes incorruptibles.


Desde un punto de vista, los gringos estaban aprendiendo algunas verdades difíciles de aceptar y si el arte es meramente un reflejo de la vida, entonces el mundo de los superhéroes de historietas estaba destinado a encontrarse con esas verdades también.


En un pequeño rincón de ese universo ficticio, en una versión paralela de la afamada ciudad de Nueva York, un sujeto con poca fortuna llamado Peter Parker iba a experimentar una tragedia injusta que simbolizaría el cambio en las olas de la historia y propondría una nueva era en historietas. Gwen Stacy, el amor de su vida, iba a ser la oveja sacrificada en este ritual trágico.          

Si existe una cosa que es algo segura en la vida de Peter Parker, es que la mala suerte era su compañera inseparable. Aunque estaba dotado con habilidades que lo hacían el Hombre Araña y teniendo un intelecto agudamente científico, Parker continuaba sufriendo en su vida familiar y como su otro yo combatiente del crimen. De hecho, Arañita tenía el toque para discordar con la autoridad. Mientras sujetos como los Cuatro Fantásticos y los Vengadores eran aplaudidos como héroes, el Hombre Araña era temido y perseguido por la gente que trataba de proteger. Él enfrentaba enemigos mortales que a la firme editorial se le podía ocurrir y sin embargo, él permanecía ante los ojos del público como un oportunista ególatra que busca fama o criminal del bajo mundo y lo peor, ser un homicida.  

Cuando Lee abandono la colección por completo y Conway se convirtió en la mano que guiaría el destino del personaje, Parker había encontrado nuevos obstáculos, incluyendo una ulcera duodenal que lo debilitaría y lo dejaría mal preparado para el ataque de uno de sus viejos enemigos, el Doctor Pulpo. Pero nada lo prepararía para lo que iba a venir. La pérdida de una de las alegrías de su vida fue un evento altamente inesperado para todo el mundo, algo en lo que participaría uno de sus más grandes enemigos, uno que conocía su identidad secreta. Alguien lo suficientemente letal para atacarlo en su alma y corazón. Apropiadamente ataviado, esta retorcida mente criminal utiliza la cara de un demonio subido en un planeador metálico que recorre los cielos, es el industrial Norman Osborn, quien en actitud homicida busca vengarse de su oponente como el Duende Verde.        


Mucho ya ha sido escrito sobre este relato legendario, originalmente presentado en EL SORPRENDENTE HOMBRE ARAÑA #121 en 1,973. Con imágenes y diálogos que aun queman en los recuerdos de los fanáticos de historietas y de Marvel en cualquier parte del mundo, este cuento continua siendo una de las historias mas inolvidables que se hayan publicado. El Duende Verde al buscar a Parker en su apartamento, se encuentra con Gwen que esperaba a Peter, el maniático la rapta y la lleva a lo más alto del puente George Washington.

Aquí hay un error del editor Roy Thomas, aunque se menciona en esta aventura y en las subsecuentes menciones de este lugar, este NO es el puente George Washington lo que se ve dibujado por Gil Kane y entintado por John Romita, sino que es el puente Brooklyn ¿hora de un "sin-premio"?                                                     


Quien leía esas paginas por primera vez, veía que un agripado Arañita llega para salvar el día y su intento de poner a la chica en un lugar seguro, una secuencia de eventos que se repite en incontables cuentos de aventuras y de superhéroes. Los lectores no se hacían problemas en creer, como ya lo habían visto muchas veces antes, que el héroe ciertamente con esfuerzo saldría triunfador nuevamente, derrotando al villano y salvando la vida de su amada. Durante toda la pelea, Gwen esta inconsciente, el Duende sobre su planeador con forma de murciélago separa a la pareja con un empujón y quien cae al vacío es la chica dirigiéndose sin despertar hacia las frías aguas. Aunque el Hombre Araña logra cogerle su tobillo con una telaraña, después de subirla es donde se da cuenta que ella ya es un cadáver.
Enfurecido más allá de toda razón, Parker jura que llevara a la justicia a Osborn, aunque eso signifique que lo matara con sus propias manos.


Para los fanáticos del Hombre Araña en particular, esto fue el momento más vibrante en todos los años de la colección. Aquí estaba el héroe de las pullas alegres, que siempre mostraba buen ánimo ante el rostro de la maldad, ahora vociferando revancha sangrienta a los cielos al estar cargando el cuerpo sin vida de Gwendolyne Stacy. Aquí estaba la novia del héroe, muerta, MUERTA de la manera que nunca se puede regresar.
Todo lo sucedido en unos pocos y simples paneles irrevocablemente transformó el mundo de las historietas y sus consumidores.


Próximamente: Stan Lee mató al Capitán George Stacy pero no quería que la casquivana de Mary Jane Watson fuese la señora Parker.

En otras palabras, veremos paradigmas, fuerzas literarias, poder económico y algunos arrepentimientos. Todo eso por haberle roto el dulce cuello a la novia del Hombre Araña. Hasta entonces, tengan una buena lectura.

Escrito por Héctor Augusto Sovero Gastañeta.

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